SU NOMBRE ERA FABIÁN
MAS TODOS LE CONOCÍAN
POR CONQUISTADOR Y RUFIÁN
CON EL APODO DE DON JUAN.

PRESUMÍA QUE TRABAJABA
(MUY POQUITO, CASI NADA)
Y SE DABA A LOS DEMÁS
CON PALMADAS EN LA ESPALDA.

JUGADOR Y AVENTURERO
CAMINANTE PEREGRINO
SIEMPRE BUSCANDO UN NIDO
CON CALOR Y CON DINERO
QUE PASABA AL OLVIDO
EN SUS JUEGOS EN EL CASINO.

SU MADRE, DOÑA SOLEDAD
AMA DE GRAN SERIEDAD
NO QUERÍA QUE SE FUERA
EN SU CASA A QUEDAR
SABIENDO COMO ÉL ERA
A SUS TREINTA PRIMAVERAS
ADEMÁS DE CALAVERA
CARADURA Y CHARLATÁN
COMÍA HASTA REVENTAR
LO SUYO, Y LO DE LOS DEMÁS.

UNA NOCHE DE VERANO
TRAS LA CONQUISTA DE UN LECHO
PALPITANDO ENTRE SUS MANOS
LA DULZURA DE UNOS PECHOS
ENARDECIDOS Y GITANOS
DESCUBRIÓ AL POCO TRECHO
AL MARIDO ULTRAJADO
QUE EJERCIENDO SU DERECHO
CON UN PUÑAL ACERADO
LO DEJÓ HERIDO Y MALTRECHO
Y DESDE EL SUELO TIRADO
SÓLO PUDO VER EL TECHO
Y AQUEL HOMBRE AIRADO
QUE GRITABA SU DESPECHO.

POR LA EMPINADA CALLE
BAJAN TREINTA PRIMAVERAS
VAN CAMINANDO HACIA EL VALLE
ENVUELTAS EN SUDADERAS.

NO HAY FLORES NI GEMIDOS
CUANDO LO VEN PASAR
SÓLO EL LLANTO CONTENIDO
DE SU MADRE SOLEDAD
DON FABIÁN YA SE HA IDO
A OTRO LECHO A DESCANSAR
PRONTO PASARÁ AL OLVIDO
EL QUE QUISO SER DON JUAN.

Ofloda