EUGENIA CONOCIÓ A CELEDONIO
CUANDO LA FERIA DE ABRIL
ÉL IBA CON SU TRICORNIO
PUES ERA GUARDIA CIVIL.

ÉL LE PIDIÓ MATRIMONIO
Y ELLA SE SINTIÓ FELIZ
DE MOMENTO FUERON NOVIOS
QUE NO ES COSA BALADÍ.

LOS PADRES DIERON LA VENIA
¡VAMOS! QUE DIJERON SÍ
CELEDONIO Y EUGENIA
SE CASARON YA POR FIN.

A UN PISO JUNTO A LA FERIA
SE FUERON LOS DOS A VIVIR
MUCHO LE GUSTÓ A EUGENIA
PORQUE TENIA JARDÍN.

ALEGRE PASEABA EUGENIA
CON SONRISA DE MARFIL
ENTRE NARDOS Y GARDENIAS
Y ROSAS DE PITIMINÍ.

ENTRE TANTO CELEDONIO
TRATABA DE IMPEDIR
QUE HUBIERA NINGÚN INCORDIO
EN EL RÍO GUADALQUIVIR.

MAS, EUGENIA SE ABURRÍA
Y SE BUSCÓ ACOMPAÑANTE
QUE LE ALEGRARA LOS DÍAS
Y QUE NO FUERA PEDANTE.

EUGENIA TUVO SUERTE
EL COMPAÑERO ELEGIDO
ERA ADEMÁS DE FUERTE
JOVEN Y DIVERTIDO.

EL VOLVIÓ DEL TRABAJO
ELLA LO PUSO AL CORRIENTE
Y ÉL NO SE VINO ABAJO
NI LE ENSEÑÓ LOS DIENTES.

TRANQUILO Y MUY ATENTO
EXAMINÓ AL ACOMPAÑANTE
Y HASTA SE PUSO CONTENTO
Y RESPONDIÓ AL INSTANTE
QUE LE GUSTABA EL PODENCO
POR FINO Y ELEGANTE.

EL PERRO ERA UN PORTENTO
CON SUS BRIOSOS DESPLANTES
MUCHO MÁS VELOZ QUE EL VIENTO
Y CON MIRADA VIBRANTE.

Ofloda